Otro año que se va. Otra vez a reunirse con la familia a intentar pasárnoslo bien, otra vez la misma historia de que cada uno traiga una comida distinta y juntarse en una misma casa.
Otra vez las uvas, los malditos petardos, el ruido, el botellón, la fiesta.
Te pones a pensar en qué rápido a pasado todo, en todo lo que has vivido a lo largo de este año. Piensas en los malos momentos que aun te recorren tu cuerpo con un escalofrío estremecedor, pero sobre todo, piensas en no volver a repetir esos errores, a no volverte a caer por tonterías que eran fáciles de solucionar, a vivir más feliz, a vivir momentos mejores, a dejarse de tonterías.
Este año lo quieres vivir a tope, quieres olvidarte de este, y centrarte en el siguiente, y así continuamente.
A mi, me recorren muchísimos miedos por el cuerpo.
Tengo miedo a que este año sea peor que el anterior, tengo miedo a caerme, a fallar, a perder amigos, amores, gente.
Pero también un lado positivo de mi pensamiento pesimista me dice que este año será mejor, lucharé más, y lograré más cosas que en anterior; que errores cometeré y que de ellos aprenderé.
FELIZ 2012!
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